Tengo una mano diestra
para colocar en el pecho
de mis bebés,
de mis madres...
de mis hombres,
con la palma casi cerrada
presionando suavemente
susurrando:
"estarás bien, estarás bien"
"pasará, estarás mejor"
A veces esta mano hace un giro
y se instala en el centro de la espalda
"Avanza, te sostengo"
"Vamos, voy contigo"
Mi mano izquierda vigila noches,
cercena pesadillas..
de las bestias que aullan en los sueños:
"Voy a por tí"
"Te devoraré´"
Venid bestias, os espero
sujetando firmemente en mi mano izquierda
mi espada invisible de fuego blanco,
bien afilada...
Despedazo, mutilo sin piedad, bestias pavorosas
Cuido los sueños de la noche y
acecho las pesadillas del amanecer
de mis bebés,
de mis madres
de mis hombres.