Mi lápiz está mordido...
Era verano. Una tarde apacible.
Dibujaba.
Intentaba esbozar estas piernas pero se me escapaba el trazo y los pensamientos.
Mi cabeza volaba hacía ti.
Mi mano volaba hacia mi.
He imaginado que tú ibas encontrando todos mis puntos: los débiles y los fuertes. Los que están perdidos, los que ni yo misma me encuentro habitualmente.
He encontrado todos mis puntos hoy... incluso los que no me encuentro habitualmente.
He jugado con mis cosas y contigo mientras tú no estabas.
Mi lápiz está mordido…
Dibujaba.
Intentaba esbozar estas piernas pero se me escapaba el trazo y los pensamientos.
Mi cabeza volaba hacía ti.
Mi mano volaba hacia mi.
He imaginado que tú ibas encontrando todos mis puntos: los débiles y los fuertes. Los que están perdidos, los que ni yo misma me encuentro habitualmente.
He encontrado todos mis puntos hoy... incluso los que no me encuentro habitualmente.
He jugado con mis cosas y contigo mientras tú no estabas.
Mi lápiz está mordido…
¡Con lo difícil que es dibujar con un lápiz mordido! Yo no sería capaz...
ResponderEliminarjoer, que pasion e intensidad. Muy bueno y transmitido a la perfecion
ResponderEliminarsaludos http://dalecalor.blogspot.com
Pues no tengo nada claro por el dibujo, si tu pie es tipo griego, egipcio o cuadrado. Cuando te subas las bragas intenta repasarlo. ;-))
ResponderEliminarLo más erótico de la mañana.
ResponderEliminarYa se sabía que se podía hacer literatura de la buena con el buen sexo, aunque sea no consentido, pero más por joder al que viene que por no desearlo.
Gran post.