Ahí queda con su sonrisa...
Con su delantal negro porque habrá estado reparando algo. Una rueda supongo. Pegándole una patada imaginaria a alguna mota invisible de la acera que estorba su orden y su sentido de la pulcritud.
Y sonriendo...
Pero ¿a quién se cree que sonríe así? Esa no es la sonrisa de: "Hola, ¿qué tal?" Ni es la sonrisa de gracias por aguantarme la puerta.
Es una sonrisa de depredador. La que usa para impresionar.
Saca todos los dientes. Nunca he visto nadie que tenga tantos dientes y que los enseñe tan bien. Desde luego el dinero que gasta en el dentista está muy bien empleado. La comisura de los labios le llega a las orejas.
Pues se la ha dedicado a una cualquiera. Una que pasaba por allí. Su sonrisa de perdonavidas. Su sonrisa de "mira nena podría comerte aquí y ahora pero no... que tengo prisa"
Chulo.
Se impone una sutil venganza: matarlo a polvos... otro, sí otro ... y otro más. 4 o 5 sería suficiente hasta que jurase por la Constitución que, nunca más, que no iba a sonreír así a ninguna más...
Sí, creo que sería bastante sutil.