miércoles, 21 de octubre de 2015

Desperfecto III

Llegó tu recuerdo a mi
como el primer reflejo llegó a la ría
Sin darme cuenta.
Se calentó mi piel
como el sol calentó la mañana
Sin avisar.
Apareciste entre mis quehaceres
como aparecen los impertinentes
De repente
Así me tienes:
desmemoriada, torpe y pensativa
o directa, locuaz e impulsiva 
a veces cobarde
siempre despeinada.
Aquí me tienes:
acariciando las palabras
como acariciaría tu sexo lleno
y sorprendido.
Sin darme cuenta.
Sin avisar.
De repente.