Sabías que no era fácil. Que si querías amar a una mujer como yo tendrías que ser un hombre especial. Sabías que eras muy guapo pero que yo leería muy bien la letra pequeña y buscaría todas tus excepciones... antes de aceptarte. A cambio te ofrezco mi amor todos los días y te lo escribo todas las noches.
Hoy respondería: "Bueno.... hum. Todo, todo, todo... una ligera e inocente provocación...
Pero hace unos años, cuando me encontraste mirándote fijamente, preguntándome: "pero ¿por qué no puedo dejar de mirar? "pero ¿qué tiene?"; preguntándome si tú ibas a ser TÚ mi pronombre preferido o simplemente un "aquel" cualquiera , entonces me dejaste sin habla.
Y TÚ, mi pronombre preferido tan poco dado a los alardes, ahora lo sé, me respondiste con un: " Todo. Lo tengo todo" Adverbio de cantidad absoluta.
Corriendo a escribir... entre mangas pasteleras y azucar glas, deshaciendo los adornos perfectos de la pastelería para sobreescribir torpemente tu nombre y un corazón en esta tarta de chocolate que intento hacer pasar por mía ... Díficil para mí que no sé ni freir un huevo!!!
Corriendo a escribir ...con el rotulador permanente tu nombre completo con acentos y todo en mi lista de deseos... Una lista y un único nombre: el tuyo, mi amor.
Corriendo a escribir este post hoy...para que tengas un felíz día.
Me pillaría desprevenida y mientras me duraban aún las carcajadas de la última tontería que había dicho. Atacaría con un:
- "Ven bollito que te voy a poner el relleno..." Te lo devolvería con mi mejor revés: mirada inocente y aleteo de pestañas... -"¿Qué tipo de relleno?" Tendría lo que hay que tener para explicar la frasecita... - "El ... especial de la casa" Pues sí, parece que tiene de todo! Ok, punto para él. 50 a 1.
Y nadie se mueve como tú... y el movimiento de tu torso al girar y a la vuelta: tus ojos inflamables que me llegan los primeros y fue verte y desearte y temblar y el decirte: "ven que te besaré como si no te conociese con la prisa del primer beso..."
Y nadie se mueve como tú Y nadie besa ... como yo!
Hoy he pintado mis labios entre el rojocereza y el rojo china. He usado dos barras distintas y he encontrado el rojo apropiado. Sí, el apropiado para salir a la calle y comerme el mundo. Aunque creo que lo que más le conviene a mi boca es tu cuerpo de hombre.
Para enfundarme en los pantalones blancos tengo que ponerme las únicas bragas de color beige o carne, que hay en mi armario; todo lo demás se vería a través de blanco. No son mis favoritas. Un atentado contra el deseo.
Estoy en el probador de mi tienda favorita. Sólo intentaba comprarme una camiseta pero la imagen que me devuelve el espejo no me gusta. La disparatada combinación de mi ropa interior me asusta ... Un delirio fugaz me atraviesa y me confunde: ¿y si hoy me encuentro con él? ¿Y si me froto contra sus caderas? ¿Y si su mano...?
Por eso ahora estoy aquí acalorada pensando si me compro este precioso vestido blanco o me compro un juego de "lingerie". ¿Qué preferirá un modesto look con un exuberante juego de lingerie para descubrir o un exquisito vestido blanco sin nada debajo?
Dejarás lo que estés haciendo, por muy importante que sea, hablar por teléfono o contemplar el escaparate de enfrente, para cumplir sus caprichos de mimosa. Porque si no se enfadará o peor aún, pondrá morritos e incluso es capaz de sacar la lengua ...
Así que haciendo un esfuerzo, cumplirás con tu deber y te acercarás desabrochando el vaquero...
Los chupas me los compré en la primera gasolinera española donde reposté un gasóleo cada vez más caro. Hacía años que no los probaba. Chupas de fresa, enormes, con chicle dentro y puro azúcar. Y de repente me acuerdo de ti. No sé si ha sido el roce de mis muslos al embragar y desembragar o Manolo Garcia cantando: "... que culpa tengo de que seas tan fiera.." No sé.Quizás haya sido, simplemente, la forma de este chupachups que saboreo, con él que juego como jugaría contigo: despacio y suave o rápido y fuerte, según me apetezca, según te apetezca. Me estiro desde la punta de los dedos de los pies a los dedos de la mano. Un placer sencillo e instantáneo por adelantado.
Corro, me acelero en la noche de esta autopista vacía que ya me conozco, la que me lleva hacia ti, con el coche lleno de chuches y la cabeza llena de... muy malos pensamientos.
Dice el refrán: Quien no tiene cabeza ha de tener piernas...
Pues sí, menos mal que tengo piernas para ir y venir varias veces a los insospechados lugares donde pierdo las cosas que mi cabeza olvida.
Mis piernas no se abren solas. Tienen contraseña y clave secreta.
La contraseña, él se la sabe, sólo tiene que mezclar unas cuantas palabritas sin importancia, un verbo: amar... con algún adverbio sencillo: siempre, cada vez más...
Le llevará algún tiempo más descubrir que si coloca su palma suavemente tal vez logre teclear la combinación exacta. Tal vez.
De todas las leyes tiránicas que impone la distancia, la peor no es saberme lejos de tus labios o de tu sonrisa de medio lado o de la imponente presencia de tu sexo.
Mi cuerpo se acostumbra a la dulce y tranquila ausencia de deseo ... No estás tu para abrir mi piel con tus caricias... No estás tú para incendiarlo con tus tácticas de hombre o tus juegos de niño. Ni la esponja ni el agua caliente de la ducha despiertan este cuerpo dormido y cerrado.
Estás, como no, donde siempre: en mi cabeza dónde reinas, en mi corazón vivo gracias a tus cuidados y en el hueco triangular que limita con mis muslos.
Lo peor es que durante un momento de cada hora... me enfado con el destino, con los dioses desconocidos, con las leyes de este espacio. Es injusto, me repito. Es injusto. Era mi privilegio. Se me había otorgado. ¿Por qué pues no puedo disfrutar del derecho a mirar tus ojos por lo menos un instante cada día? Esto es lo peor de las injustas leyes que impone la distancia.
"Quizás hoy más que nunca debería escribir un post largo y tedioso sobre lo bonito que es el amor que siento por tí y lo bien que me sienta. Intentar demostrarte una vez más que me gustas por lo que haces, por como me tratas y más que nada por como eres. Que me gustas aún o cada vez más...
Pero no. No tengo flores ni regalos. Ni chocolates. Ni un triste corazón. Ni un poema.
Y has tenido una sorpresa: una mirada en la calle ... Una mirada envuelta en el azul metálico de mi sombra de ojos... Solos tu y yo rodeados de extraños.
Una única mirada bajo el frío siberiano para recordar los viejos tiempos. Los tiempos de amarse con la mirada. Mis ojos amando... tus ojos ardiendo en los míos ... los míos quemando los tuyos. Ojos combustibles. Una reacción química rápida... No ha sido un gran regalo ya lo sé... pero ha sido creado sólo para ti. ¡Una única mirada sorpresa envuelta en azul! Hacía 33 años que habías nacido...
Era una canción nostálgica y de desamor... Me había llevado al centro de la pista el Crazy anterior que coreábamos a gritos con la cerveza sujeta entre el pulgar y el corazón. Y llegó está canción que hablaba de nosotros y de otros también. Todas las canciones hablan de nosotros. "¿Bailamos?" Ya estába bailando. Pero eso no era bailar. Bailar es pegarnos las pelvis, encajarse entre las piernas, abrazar una cintura. A lo Sergio Dalma. Bailar pegados es bailar. Más que presentir tu sexo duro y firme contra mi cadera me encendieron tus ojos brillantes y negros, la mueca de tus labios contraídos. Quizás no estás demasiado guapo cuando deseas... pero no importa... eres tan deseable cuando deseas! Se me quedó pegada una frase que repetía sin cesar, "aun queda mucho por vivir", que tararee y luego en la calle y luego, y luego... cantando tan mal.